Patio del Palau Aguilar

Edificios

El Museu Picasso ocupa cinco grandes mansiones o palacios de la calle de Montcada. Los palacios originales datan de los s.XIII-XIV, con remodelaciones importantes a lo largo del tiempo, las más destacadas en el s.XVIII.

Los palacios son una buena muestra del gótico civil catalán. Tienen una estructura común, alrededor de un patio, con acceso a la planta noble por una escalinata exterior descubierta.

Los palacios
El Palau Aguilar

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La mansión original es del s.XIII, con profundas remodelaciones entre los s.XV y XVIII.

Durante los s.XIII y XIV, el palacio perteneció a varios linajes nobles de la corte de Aragón. En 1386 fue adquirido por los Coromines-Desplà, miembros de la alta burguesía barcelonesa, que en 1400 lo vendieron al mercader Berenguer de Aguilar.

Sucesivas generaciones de la familia Aguilar lo fueron reformando y dejaron en el edificio las huellas de los estilos más variados. En 1837 el palacio fue vendido a las familias Clerch y Pons. Finalmente, el 3 de noviembre de 1953, el Ayuntamiento de Barcelona lo compró y llevó a cabo una intensa obra de restauración, ya que el edificio estaba muy deteriorado.

El patio central data del s.XV, con escalera descubierta, galería de arcos apuntados y muestras de escultura de gótico flamígero. Hay artesonados góticos en el primer piso.

Se conservan los restos de un gran fresco de finales del s.XIII, que evoca la conquista de Mallorca por Jaime I, en 1229. Esta pintura mural se descubrió durante la restauración de los años sesenta, al quitar el revoque de una sala, y se trasladó al Museu Nacional d'Art de Catalunya, donde se conserva actualmente.

El palau del Baró de Castellet

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La historia de los propietarios se remonta a los s.XIII y XIV. En el s.XV fue propiedad del linaje de Gerona. Entre los s.XVI y XVIII, fue pasando, entre ventas y herencias, a manos de diferentes familias de la aristocracia y la burguesía catalanas.

Recibe el nombre del título que el rey Carlos IV otorgó, en 1797, a Marià Alegre d'Aparici y d'Amat, propietario y renovador del edificio.

El barón de Castellet hizo construir un salón neoclásico a mediados del s.XVIII, con elementos de mármol y relieves policromados, con una mezcla de elementos clásicos y barrocos que confieren a la estancia la suntuosidad del clasicismo europeo. A su muerte, en 1831, el barón lo legó al Hospital de la Santa Creu.

En la segunda mitad del s.XIX, el edificio fue alquilado por diferentes inquilinos, hasta que lo compró la familia Rius. En la década de los cincuenta, pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Barcelona.

El palau Meca

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Por la documentación más antigua conocida, sabemos que en 1349 el palacio era propiedad de Jaume Cavaller, concejal en jefe del Ayuntamiento de Barcelona. Su hija Felipona se casó con el político Ramon Desplà. Su hijo Ramon Desplà Cavaller convirtió el palacio Desplà en el edificio más importante de toda la manzana.

En el s.XVI, pasó a manos del linaje Cassador (o Caçador) y sus sucesores, los marqueses de Ciutadilla, el primero de los cuales fue Josep Meca Caçador, de quien el palacio aún conserva el nombre. Su viuda lo vendió en 1719 al mercader Segimon Milans. La familia Milans impulsó la gran reforma del edificio, que había sido destruido en gran parte por el bombardeo de 1714.

Legado a los Hermanos de la Doctrina Cristiana, en 1901 se estableció allí el Montepío de Santa Madrona, que fue incorporado a la obra social de una entidad bancaria. Ésta y el Ayuntamiento de Barcelona firmaron, el 5 de diciembre de 1977, un acuerdo de cesión del palacio. Gracias a este acuerdo, en 1981 se reanudó el proyecto de reforma y ampliación del Museu Picasso, que se inauguró el 11 de enero de 1982. La reforma sirvió para anexar el palacio Meca a los palacios Aguilar y del Baró de Castellet.

La Casa Mauri

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Es posible que en el s.XIII la casa formara parte de las dependencias del edificio vecino, el palacio Meca. Entre 1378 y 1516, perteneció a la familia Rocha. Un vacío documental nos sitúa en 1716, cuando era propiedad de F. Casamada.

El edificio sufrió muchas reformas, la más importante de las cuales fue la de 1872, cuando se anexó a la casa vecina, el palacio Finestres. Su propietario era Josep Vidal Torrents. A partir de entonces, una parte importante del edificio se dedicó a usos industriales. En 1943 fue adquirida por las confiterías Mauri. Desde 1999, la casa Mauri pasó a formar parte del Museu Picasso.

El Palau Finestres

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La planta baja conserva un conjunto de salas con arcadas de gran belleza arquitectónica. La primera planta tiene dos ventanales tríforos con maineles o columnillas. Se conserva un magnífico techo artesonado de finales del s.XIII y principios del XIV, que ha sido restaurado. El piso alto tiene un cuerpo sobrealzado y una galería abierta o solana.

Las reformas más importantes tuvieron lugar en el s.XV y en los s.XVII-XVIII, cuando se añadió la galería de arcos de medio punto que coronan interiormente el patio.

Desde 1363 hasta 1516, el edificio perteneció a la familia Marimon. En 1698 pasó a manos de la familia Dalmases, propietarios del palacio Dalmases, en la calle de Montcada, 20. En 1872, Josep Vidal Torrents lo compró y lo unificó con la casa Mauri. En 1970 es adquirido por el Ayuntamiento de Barcelona y actualmente es el espacio que acoge las exposiciones temporales del Museu Picasso.

La calle Montcada

La calle de Montcada constituye hoy el núcleo de arquitectura civil medieval más importante de la ciudad.

Su trazado, que empieza en la capilla románica de Marcús (s.XII) y termina en la plaza del Born, era continuo hasta el s. XIX, cuando fue dividido en dos tramos con la apertura de la calle Princesa en 1853.

Debe su nombre a una importante familia de Barcelona, los Montcada, que en el s.XII recibieron los terrenos, según parece, por el apoyo dado por Guillem Ramon de Montcada al rey Ramon Berenguer IV en la conquista de Mallorca.

A mediados del s.XII surgieron los primeros núcleos de viviendas fuera de las murallas. La calle enlazaba el barrio comercial de la Bòria con el antiguo barrio marítimo Vilanova del Mar, unión que formó el barrio de Ribera. A finales de siglo, el barrio quedó englobado dentro del nuevo recinto de murallas de la ciudad. Conoció su máximo esplendor en los s.XV y XVI. Entonces era una calle señorial, aristocrática, sede de nobles y acaudalados mercaderes, enriquecidos con el comercio marítimo.

En el s.XIX y primera parte del XX, la calle experimentó una profunda alteración y una decadencia del carácter residencial del barrio.

En 1947 la calle fue declarada Conjunto Monumental Histórico-Artístico.

En 1963 se inaugura el Museu Picasso en el palacio gótico Aguilar (Montcada, 15). En 1970 el Ayuntamiento amplía el museo con la anexión del palacio del Baró de Castellet (Montcada, 17) y, posteriormente, con la del palacio Meca (Montcada, 19). En 1999 se inaugura una nueva ampliación del museo, con la casa Mauri y el palacio Finestres como espacios para las exposiciones temporales. Estos cinco palacios configuran el actual Museu Picasso de Barcelona.

Ver historia ampliada de la calle Montcada

La calle de Montcada sigue el trayecto de un camino de enlace entre el puerto y la vía que, desde la parte occidental del primer recinto amurallado de Barcelona (la actual plaza de l'Àngel), salía en dirección a Roma. La parte baja de la calle abarcaba una zona muy extensa de la necrópolis de finales de la época romana, que circundaba el primitivo templo de Santa María del Mar.

Su trazado, que empieza en la capilla románica de Marcús (s.XII) y termina en la plaza del Born, era continuo hasta el s.XIX, cuando fue dividido en dos tramos con la apertura de la calle Princesa en 1853.

Debe su nombre a una importante familia de Barcelona, los Montcada, que en el s.XII recibieron los terrenos, según parece, por el apoyo dado por Guillem Ramon de Montcada al rey Ramon Berenguer IV en la conquista de Mallorca.

A mediados del s.XII surgieron los primeros núcleos de viviendas fuera de las murallas. La calle enlazaba el barrio comercial de la Bòria con el antiguo barrio marítimo Vilanova del Mar, unión que formó el barrio de Ribera. A finales de siglo, el barrio quedó englobado dentro del nuevo recinto de murallas de la ciudad.

A partir del s. XIII, las familias de grandes propietarios y mercaderes eligieron esta calle para fijar su residencia y empezó la construcción de grandes mansiones que, con el tiempo, se convirtieron en palacios urbanos. En el s.Xiv, se abrieron nuevas calles, y la protección periférica permitió dar a las casas una estructura más abierta, con grandes ventanales en todas las plantas y jardines.

El año 1428 marca un momento difícil debido a los terremotos que destruyeron el gran rosetón de la iglesia de Santa María del Mar y resquebrajaron los muros de muchas casas, algunos pisos altos de las cuales tuvieron que derribarse.

En 1479, tras finalizar la guerra civil del s. XV contra el rey Juan II de Aragón, volvió la prosperidad a esta zona de la ciudad, sede del movimiento mercantil. A lo largo del s.XVI, burgueses y mercaderes emparentados estrechamente con la aristocracia aumentan sus inversiones en explotaciones agrícolas y dominios señoriales, y la calle conoce su mayor esplendor.

En los s.XVII y XVIII se reformaron varios palacios y se construyeron nuevas casas.

En el s.XIX, el barrio experimentó una profunda alteración. La construcción del Ensanche barcelonés, en la segunda mitad del s.XIX, al que se trasladaron las familias adineradas, y, aún más, la apertura de la Via Laietana a partir de 1907, marcan una decadencia del carácter residencial del barrio. En 1947 la calle fue declarada Conjunto Monumental Histórico-Artístico. En la década de los cincuenta, con el nombre de Amigos de la calle de Montcada, un grupo de personalidades vinculadas al mundo cultural barcelonés impulsa el proyecto de revitalizar la calle como foco cultural y museístico.

En 1963 se inaugura el Museu Picasso en el palacio gótico Aguilar (Montcada, 15). En 1970 el Ayuntamiento amplía el museo con la anexión del palacio del Baró de Castellet (Montcada, 17) y, posteriormente, con la del palacio Meca (Montcada, 19). En 1999 se inaugura una nueva ampliación del museo, con la casa Mauri y el palacio Finestres como espacios para las exposiciones temporales. Estos cinco palacios configuran el actual Museu Picasso de Barcelona.

Remodelación arquitectónica

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El Museu Picasso de Barcelona ocupa actualmente cinco grandes mansiones o palacios de los s.XIII-XIV, que han sufrido remodelaciones a lo largo del tiempo, las más importantes en el s.XVIII.

Desde la inauguración del museo en 1963 a la actualidad el museo ha pasado de uno a cinco palacios. La ampliación del Museu Picasso, impulsada y financiada por el Ayuntamiento de Barcelona, ha sido realizada en fases sucesivas por el arquitecto Jordi Garcés.

El proyecto ha seguido un plan arquitectónico global que empezó a diseñar en 1978 el mismo arquitecto. La superficie actual es de 11.500 m2, con 22 salas de exposición permanente.

Cronología de la ampliación

1970

Se amplía el museo con la anexión del palacio del Baró de Castellet (Montcada, 17).

1981

Anexión palacio Meca (Montcada, 19).

1999

Nueva ampliación del museo: se habilitan la casa Mauri y el palacio Finestres (Montcada 21 y 23) como espacios para las exposiciones temporales.

2003

Remodelación y adaptación de los espacios interiores de la exposición permanente.

Las dos últimas intervenciones de remodelación arquitectónica y museográfica, completadas en 1999 y en 2003, han supuesto a grandes rasgos:

  • Creación de nuevos espacios expositivos amplios y sobrios, con presencia de luz natural.

  • La articulación de un corredor transversal continuo de los cinco palacios.

  • Modernización de las instalaciones y equipamientos museográficos. 

2009

10 de julio - Inicio de las obras del nuevo edificio.

2011

Presentación del nuevo edificio, sede del Centro de Conocimiento e Investigación del Museu Picasso (pl. Sabartés, 1).

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